Alisson tiene 22 años y no vio jugar a Taffarel. Sin embargo, en su casa, creció escuchando el nombre de uno de los mejores arqueros de todos los tiempos. El padre y el hermano mayor, hinchas del Internacional, eran admiradores de aquel N° 1, ídolo de los colorados y de una nación entera después de la Copa del Mundo de 1994.
Alisson tiene 22 años y no vio jugar a Taffarel. Sin embargo, en su casa, creció escuchando el nombre de uno de los mejores arqueros de todos los tiempos. El padre y el hermano mayor, hinchas del Internacional, eran admiradores de aquel N° 1, ídolo de los colorados y de una nación entera después de la Copa del Mundo de 1994.
“Él fue ídolo de mi papá. De mi hermano también. Yo oía aquel nombre desde pequeño, sin saber bien quien era, pero a los 9 años, cuando comencé a jugar futbol, empecé a entender su importancia.”
En las divisiones inferiores del Internacional, donde jugó en todas las categorías, Taffarel era citado como referencia obligatoria por los preparadores de arqueros.
“Aún más por ser de la misma escuela, jugando en el Internacional, los entrenadores ponían de ejemplo a Taffarel para los que quisieran tener éxito como arquero”
Alisson escogió ser portero porque creía que era una bonita posición. Lo que comenzó como el recuerda, en tono de broma, se convirtió en algo serio a medida que fue creciendo y ascendiendo en las categorías del Inter. En todo este tiempo, aprendió que, para ser buen arquero no alcanza ser solo bonito, se necesita mucho más.
“Fui aprendiendo como es dura la realidad de un portero. Tenemos que entrenar, y entrenamos mucho más que todos. Hay que tener mucha determinación, voluntad de aprender cada vez más, también que es una posición que no admite un error. Si fallas y te hacen el gol, las críticas son pesadas.”
Lanzado en la categoría profesional del Inter por Dunga, tuvo su titularidad ratificadas por Abel, y ve ahora su nombre surgir en la lista de la Seleção.
“Estoy cumpliendo el sueño de todo niño que comienza a jugar con la pelota. Siempre tuve la esperanza de ser recordado, mi turno llegó. Solo depende de mí justificar el llamado y continuar haciendo que mi club gane nuevas convocatorias”
Fuente: CBF.
