“¡Uruguay no maaa’!”, ese fue el grito desenfrenado del DT Oscar Tabárez, tras la anotación de José María Jiménez a los 89’, que significó el primer triunfo de la selección uruguaya en el Mundial de Rusia 2018, frente a Egipto en Ekaterimburgo, por el Grupo A.
“Equivocamos el camino”, analiza ek ‘Maestro’ Tabárez después de que la Celeste no podía sobrepasar el gran paredón egipcio hasta el testazo de Jiménez 89’, que significó el desahogo de los uruguayos.
Garra, coraje y corazón, Uruguay hizo honor a su estirpe gladiador para cosechar su primer triunfo. El elenco sudamericano no estuvo lirico con el esférico y pecó de impreciso, pero mostró estridencia en la actitud, una virtud característica del charrúa, acostumbrado a las gestas estoicas.
Uruguay, según las estadísticas, tuvo mayor tiempo la posesión del balón, pero no podía traducirlo en el marcador. La ansiedad jugó un papel ponderante en la actitud de los uruguayos, nerviosos y sin mucha creatividad en los metros finales.
El artillero Suarez estuvo con la pólvora mojada y a Cavani se lo notaba fastidiado por la marca pegajosa. Se buscó el desborde por los andariveles, sin embargo, Héctor Cúper, experimentado DT argentino de Egipto leyó la intención y abroqueló las bandas.
La única acción de peligro fue para los uruguayos y se gestó desde las botas de Edinson que, una vez más, tuvo imponerse a la marca para sacar un remate que se topó con las manos del seguro arquero Elshenagui.
-A romper la racha-
Uruguay tuvo que esperar 48 años y otros 89’ minutos para romper el maleficio y salir airosos en el debut mundialista. “Me tiene muy satisfecho la actitud, porque el equipo buscó durante todo el partido el triunfo”, apunta Tabárez.
Sin más lugar para el titubeo, la Celeste buscó una mayor experiencia con el ingreso de Cristian ‘Cebolla’ Rodríguez y Carlos Sánchez, para imprimir potencia al empuje de la ofensiva.
Esa variante permitió a Uruguay ensanchar su dominio y fue puro ataque con golpes al aire de los egipcios, carentes en la ofensiva de su estrella Mohamed Salah.
Es cierto que el equipo sudamericano sufrió en demasía el cerco de los africanos; pero también es cierto que el estelar Luis Suárez no estuvo fino en la resolución.
Tras un mágico pase de Cavani, el ‘Pistolero’ giro magistralmente para zafar de la marca y quedar mano a mano con el golero, ahí es donde Luis Suarez sabe, sin embargo erró en su decisión al tratar de burlar la defensa del portero antes que definir.
«El portero le sacó tres pelotas. Eso pasa en las historias de los goleadores, que hay rachas. A veces el arco está grande y a veces pequeño. Eso no me preocupa demasiado. Sabemos del potencial de Suárez y estamos tranquilos», señala el ‘Maestro’ tras ser consultado sobre el nivel de su ariete.
Pero quien tuvo a maltraer al portero fue el ‘Matador’: Una bamba de aire fue desactivada por Elshenagui y el segundo disparo, de tiro libre, en el preludio del gol salvador, Cavani estrelló el balón en el palo para que luego la defensa despeje.
Sánchez se encargó y José María Jiménez clavó. El jugador del Atlético Madrid se elevó en los aires en un salto imperial para ganar a tres defensas egipcios y ante la atenta mirada de más de 3 millones de charrúas marcar el gol, a los 89’, a un minuto del final.
El tanto «fue con el alma porque fuimos muchos a esa pelota. Me tocó meterla a mí y estoy contento por el equipo», advirtió Giménez.
Casi 50 años tuvo que pasar para que la Celeste festeje en el primer partido de un mundial. “Esta victoria nos dice cuál será el camino para el siguiente partido”, valora Tabárez, quien se olvidó de su inconveniencia física para gritar a boca llena el gol.
La Celeste logró el objetivo y apunta a seguir creyendo en grande en el Mundial de Rusia 2018, cuando se enfrente a Arabia Saudita, el próximo 20 de junio por el Grupo A.
El análisis de CONMEBOL.com
